La cereza es una fruta rica en minerales como el hierro, calcio, magnesio, potasio, azufre y vitaminas A, B, C y E. Se debe destacar su aporte de vitamina C, un antioxidante natural que además de prevenir las células del deterioro, ayuda a su pronta y efectiva regeneración, así como a mantener un sistema inmune en buenas condiciones.
También tiene legendarios beneficios para el cuidado de la piel a partir de la reducción de las arrugas y líneas finas en la piel, ya que es una sustancia depurativa y eliminadora de toxinas.
Otra de sus mayores ventajas es que contiene flavonoides de alto poder antioxidante y ácido elágico, que previene el cáncer y la reproducción de células cancerígenas.
Posee además un efecto analgésico que sirve para calmar y aliviar el dolor, sobretodo de las piernas cansadas (ideal para personas que sufren de artritis, artrosis y arterioesclerosis) y un efecto diurético que ayuda a quienes desean bajar de peso.
Sus componentes contribuyen a la prevención de enfermedades cardiovasculares, ya que favorece la circulación y también aporta beneficios a la vista porque protege los capilares de la retina. La cereza contribuye a la luminosidad de la piel y a reparar los daños ocasionados por las agresiones diarias. A su vez, combate los radicales libres y contiene propiedades anti-inflamatorias.
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